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lunes, 30 de abril de 2007

A mal tiempo, buena cara

Lo que podría haber sido un interesante puente para realizar cualquier actividad fuera de la rutina habitual ha resultado ser al final un/a biiiiip (sustitúyase el sonido por la palabra más malsonante que sea capaz de imaginar). Era aparentemente un largo fin de semana para pasar en Cambris pero, después de ver la predicción del tiempo para todo el puente, y teniendo en cuenta que Anabel y Elena no tenían puente en el colegio, obviamente desistimos. Ya tuvimos suficientes días lluviosos durante Semana Santa como para volver a pasar por esas tardes tediosas sin nada más que hacer que ojear por la ventana para ver si la lluvia ha cesado y poder salir ni que sólo sea a pasear. Pero ahí no acaba nuestra retahíla de desgracias.
Para más colmo, va y se ponen las niñas malas a dúo, como si se tratara de una venganza pactada por no haberlas llevado a la playa (y es que ellas no entienden que no se puede ir a Cambrils porque haya previsión de mal tiempo aunque una vez allí, si llueve y no se puede salir, se ponen de un insoportable que no veas; como el tiempo, vaya). Anabel empezó estando muy cansada, y finalmente le fueron saliendo unas pequeños granos, que comparándolos con los que hace casi un año le salieron a Elena, yo diagnostiqué como varicela. Si lo ha sido o no nunca lo sabremos ya que la cosa no fue a más y hoy lunes por la tarde, a estas horas ya está en la escuela. Elena, por su parte, empezó con una inusual desgana que terminó en vómitos y descomposición. También a estas horas está en clase tras superar los molestos efectos de lo que seguramente es un virus gastrointestinal.

No penséis, ni mucho menos que yo soy médico o pediatra pero es que después de tantos años yendo a este último, uno observa e irremediablemente aprende: tratándose de virus, no hay nada más que hacer que esperar que haga su curso. Y, la verdad, en eso estamos, capeando el temporal como podemos y esperando que vengan mejores tiempos para disfrutar de nuestro tiempo libre.

sábado, 28 de abril de 2007

¿Dónde están los ababoles?


Más conocidas como amapolas, los ababoles son una especie vegetal a extinguir. Hace muchos años (cuando yo era pequeña, sin ir más lejos) recuerdo auténticas explanadas de amapolas, esas flores de porte delicado que mece el viento. Sus pétalos rojos y sus semillas negras son inconfundibles en mitad de un sembrado, acompañando al caminante a lo largo de los senderos que discurren por el campo o alegrando las cunetas de las monótonas carreteras.

Donde yo vivía de pequeña, las amapolas invadían estos espacios y era un placer abrir los capullos verdes y descubrir, recogidos cual gusanos en su crisálida, los pétalos sedosos. Hace unos días pasé por allí y me sorprendió ver que la alfombra roja que cada primavera se extendía dándonos la bienvenida ya no estaba. Imagino que los herbicidas han acabado con ellas y que sólo en algún reducto de tierra, donde la mano del hombre todavía no se ha hecho notar, sobreviven estas florecillas que tanto color aportan a nuestros paisajes.

viernes, 27 de abril de 2007

Mi fisioterapia

Soy una fiera (este estado de euforia no sé muy bien a qué atribuirlo, si al hecho de que físicamente estoy mejor o que a partir de hoy tengo puente) bueno a lo que íbamos, los ejercicios que me está enseñando la fisioterapeuta me salen bordados. Tanto, que el viernes pasado ya dejé de tener los dolores que me acompañaban durante todo el día desde hace tanto tiempo. Parece mentira que cuatro ejercicios bien hechos y un micro-masaje con ultrasonidos (la verdad es que yo no tenía mucha fe en esto último) haya podido hacer lo que tantas friegas ( mi marido era el encargado de hacérmelas) y calor no habían podido solucionar.

Todo esto me lleva a pensar lo poco educados que estamos en la asignatura de higiene postural. Creo que en la escuela debería enseñarse a cuidar nuestro cuerpo pero no tanto desde el punto de vista estético y competitivo como desde el punto de vista de la salud.
Yo personalmente odiaba la signatura de gimnasia. Algunos años incluso tuvimos algún profesor que nos pegaba en la cabeza con los nudillos de la mano a quienes no eramos capaces de realizar ciertos ejercicios bien. No me he considerado nunca una persona deportista (salvo unos pocos años en que formé parte del equipo de natación de Fraga e imagino que gracias a ello mis problemas de espalda permanecieron ocultos) pero he de reconocer que aprendo fácilmente la técnica de los ejercicios que me enseñan y lo mejor de todo es que funcionan.

jueves, 26 de abril de 2007

Nueva plantilla para mi blog

Las entradas anteriores a esta fueron realizadas en otras fechas pero al trasladarme a este nuevo habitat he copiado todas las entradas de mi "viejo" blog, asi que aparecen todas con la misma fecha. Lo aclaro porque no penséis que soy tan pródiga como para escribir todo aquello en un sólo día. De todas formas no he eliminado el antiguo blog por si algún día puedo recuperar (espero aprender pronto a hacer una copia de seguridad y reconstituir las entradas con sus fechas originales.
Para aquellos que os interese ver ese blog podéis ir a:

http://meryba.blogspot.com

miércoles, 25 de abril de 2007

23 de abril, dia de la "Faldeta"

Muchos os preguntaréis ¿pero no era el día del libro? Pues sí lo es y también es el día del patrón de la comunidad de Aragón y Cataluña, San Jorge (Sant Jordi). Pero hay un pueblo en Aragón en el que además se celebra el día de la “faldeta”. Hace 30 años (1977) Peña fragatina empezó a homenajear a unas mujeres que habían elegido vestir el traje típico local hasta los días de hoy. Instituida como fiesta local en el año 1982 en que se inaguró el monumento a “les dones de faldetes”, obra del artista ceramista fragatino Arellano, Fraga luce cada año en este día sus mejores galas y orgullosa muestra su rica y peculiar vestimenta, desempolvando antiguas prendas familiares y echándose a la calle para disfrute de todo el personal que durante la mañana del 23 pasea por el casco histórico de Fraga. Resulta imponente y regio el aspecto que muestran muchas mujeres, y cada vez más hombres, luciendo sus pesados ropajes.

A día de hoy todavía vive la que está destinada a ser la última “dona de faldetes”: Antonia Puch Bagué (la so Arnona) que con 101 años de edad imagino no estará ya para vestir el traje que yo recuerdo de mis días de infancia: medias tupidas blancas que destacaban sobre el negro de sus trajes (ya viudas el traje típico perdía su original colorido).




Quince años después de ser tomada esta foto y sin ya ninguna auténtica “dona de faldetes” presente en el homenaje que cada año reciben por parte de toda la ciudad de Fraga, son las nuevas generaciones las encargadas de honrar la memoria de aquellas mujeres que vistiendo el traje típico como indumentaria habitual supieron cautivar a artistas pintores como Viladrich y otros acuarelistas de principios del siglo XX.

El peso de la poesía

Ayer, mientras estaba haciendo una vigilancia de pasillo en el instituto, ojeando los murales que lo adornan, descubrí de causalidad (o mejor sería decir que de aburrimiento) unos poemas que habían sido colgados el día 21 de marzo con motivo del día de la poesía. Mira tú por dónde que en uno de ellos encontré la causa de mi dolor de espalda.

“Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema,
que es traer el mundo a tus espaldas."
(Jorge Debravo "Nosotros los hombres")

¿Tú sabes lo que debe doler eso? Casi tanto como lo mío. Fíjate, tantos años compartiendo el espacio de mi cuerpo con el dolor y yo sin saber que era porque llevo un poema a cuestas todo el día. Eso o directamente que mi cuerpo está hecho todo un poema.

¡Feliz cumpleaños Emelia!

Originalmente escrita el día 17 de abril,2007 y recuperada pocos días después para este nuevo blog.



Mi abuela materna (la única que me queda) cumple hoy 90 años. El sábado pasado estuvimos toda la familia celebrando tan importante evento en una comida en la casa que mis padres compraron en un trozo de la huerta de Fraga. El día fue lluvioso lo que no facilitó que las niñas disfrutaran plenamente de un día de primavera campestre pero que los adultos aprovechamos para realizar pequeñas tareas de bricolaje.

Cumplir tantos años tiene el único inconveniente de que la familia no sabe muy bien qué regalar a la persona que los cumple, sobre todo teniendo en cuenta que es una señora que perdió casi la totalidad de su capacidad visual hace ya muchos años, privándola de la mayoría de sus aficiones.

Después de sobrevivir a una meningitis hace siete años, su problema de sordera aumentó, lo que a su vez la sumió en un silencio y estado de somnolencia perpetuo que nada tiene que ver con la mujer que todos recordamos y que le valió el cariñoso nombre de "Emelieta la muda" por parte de Pedro. Aun así, es todavía una persona que en algunas de sus funciones básicas se vale por si misma y tiene la gran virtud de aceptar, con una sonrisa casi infantil, su falta de memoria y sus "txaiades" (cosas propias de los "txaios").

A estas edades no es necesario agasajar al que cumple años con caros regalos. Cosas sencillas e incluso gestos que evidencian el amos, cariño y respeto hacia ese familiar son apreciados mucho más. Hacer una tarta de cumpleaños a mi abuela y pintar un cuadro para tu bisabuela me parecen, no sólo muy buenos regalos, sino un buen ejemplo para mis hijas de que no siempre lo más caro es lo mejor.

A vueltas con mi espalda

Últimamente ando mal con esta espalda mía que parece tener reunidas todas las dolencias que una columna vertebral pueda tener. Así que, después de un mes de haberle consultado a mi médico de cabecera y entregar el consiguiente volante para ser tratada por la fisioterapeuta, me han llamado para valorar las sesiones que necesito para paliar (porque para sanar , ni yendo a Lourdes) los dolores que parecen haberse cebado en mi cuerpo. Pareció reconocerme del anterior tratamiento de hace ahora exactamente dos años y repasando el historial pensó que estaba allí por lo mismo (hernia discal lumbar). Pues no. Mi trabajo, insistencia y mi dinero me costó (tuve que pagarme una visita privada al que se suponía debía operarme la hernia) que me diagnosticaran, después de un año entero en manos de médicos, otra irregularidad (escoliosis) en mi castigada espalda. El diagnóstico, sin embargo, no sirvió de mucho puesto que no existe remedio alguno para enderezar lo que lleva ya tantos años torcido. Quizás por eso y porque dijo que la escoliosis, sin ser grave, era evidente (¡pues para ser evidente bastante tiempo tardaron en verla!) no se molestó siquiera en hacerme un informe que yo pudiera entregar a mi médico de cabecera para que constara en mi historial médico.

Cuando acudí a éste hace un mes no dudó en enviarme a la fisioterapeuta confiando más en mi palabra que en una minuciosa exploración. Claro que entonces la contractura muscular era evidente al tacto, algo que ha mejorado con la que ha sido mi droga y salvación durante tantos años (diclofenaco y myolastan). La fisio protestó ante tal carencia de información. Tuve que explicarle, de viva voz, lo que recordaba de la explicación que el traumatólogo me había dado, diciéndole que la escoliosis era muy evidente pero aportando obviamente una dosis de humor diciendo que eso eran palabras textuales ya que yo nunca me la había visto. Me dio la sensación de que sólo los informes debidamente firmados por un especialista contienen información fidedigna y que el paciente que intente explicar lo que tiene usando palabras “técnicas” es tomado como un “listillo” que está exagerando o incluso inventando su dolencia.

Resumiendo, después de su exploración, dio por buenas mis palabras y estoy citada para diez sesiones de fisioterapia en las que, además de calor y masajes, me enseñarán unos ejercicios para trabajar mis atrofiados músculos.

It´s raining again

Casi había olvidado que me gusta la lluvia, sobre todo cuando estamos todos en casa recogidos al calor del hogar. Es fácil olvidar aquellas experiencias que se repiten tan pocas veces a lo largo de nuestras vidas (no es necesario recordar que últimamente la lluvia se ha hecho de rogar por estas latitudes) pero los recuerdos afloran fácilmente cuando la lluvia hace acto de presencia y se instala en tu rutina aunque sea durante unos pocos días.

Para aquellos que no estamos acostumbrados a la lluvia, esta puede resultar muy molesta, especialmente en nuestro ir y venir de cada día. Sin embargo, me gusta la lluvia en esos días en que no es obligatorio salir de casa para ir al trabajo o llevar a mis hijas al colegio. Poder quedarte en casa, escuchando el repicar de las gotas de agua en el cubierto del tragaluz, en ese ambiente acogedor que pareces redescubrir en tu casa es un placer que sólo te da los días de lluvia.

¿Y que me decís del olor a tierra mojada después de un buen chaparrón? Ese es un olor que se nos queda a todos fijado en nuestra infancia y no importa los años que pasemos en volver a experimentarlo, ahí estará siempre como referente de un tiempo pasado.

El color que adquieren las cosas después de un día de lluvia es también un placer para mis ojos. Colores más vivos y saturados; la naturaleza parece renovarse para afrontar otro largo periodo de sequía.

Los niños son los que más disfrutan con la lluvia y los que a su vez se encargan de dar colorido con sus paraguas, chubasqueros y botas de agua multicolores a estos días que tantos poetas se han puesto de acuerdo en llamar grises. Debe ser sin duda por el hecho que los días lluviosos invitan a la melancolía, al recogimiento y a todo aquello que tiene que ver con la parte introspectiva de la persona.

Será por eso que en estos días he vuelto a escuchar “fados” en el trayecto en coche al trabajo, mientras los limpiaparabrisas bailan delante de mis ojos siguiendo el ritmo de la música.


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Abril, aguas mil

Estas vacaciones de Semana Santa han estado a la altura del dicho popular. Y no podemos quejarnos porque después de tanto tiempo de sequía, con los pantanos bajo mínimos y la amenaza de restricciones de agua, debemos estar agradecidos de que seamos bendecidos con la lluvia que ha caído. Aunque bien mirado, podría haber llovido pero respetando esos esperados días de fiesta en que mucha gente sale, cambia de ambiente y en los que resulta tan molesta la lluvia. Y es que ya se sabe, nunca llueve a gusto de todos.

En Cambrils no es que haya molestado mucho la lluvia, sobre todo si lo comparamos con los que casi “han bebido agua a morro” y han tenido que pasar las noches en vela vigilando la crecida del río, pero sí lo suficiente como para estropear un par de tardes, que de haber sido soleadas, hubieran lucido más y hubieran dado más sensación de fiesta. El único día que amaneció soleado fue el domingo de Pascua (debía ser por lo que he dicho antes de que hace más fiesta y después de todo no deja de ser una fiesta eso de la posibilidad de la resurrección), día en que madrugamos para regresar a Fraga para celebrar “la mona” con nuestros compañeros. Dejamos Cambrils con aquella rabia de pensar que la meteorología nos había jugado una mala pasada pero nos consolamos diciendo que tampoco estaba mal ya que eso significaba que tendríamos un espléndido y soleado día de “mona”.

Nuestra alegría se iba truncando así como íbamos avanzando en nuestro camino de vuelta a casa. Ya a mitad de camino, el termómetro en el interior del coche que marca la temperatura exterior había descendido hasta la mitad de lo que marcaba a la salida de Cambrils. Poco a poco, y casi sin darnos cuenta, nos encontramos inmersos en un banco de niebla que nos acompañó hasta Fraga. Nuestro gozo en un pozo. Afortunadamente, así como fue transcurriendo la mañana, el día se arregló (que en términos de fiesta quiere decir que la niebla se desvaneció y que el sol brilló con todo su esplendor). Bien está lo que acaba bien.

Fotos para recordar


Cool Slideshows

Primera entrada

Muchos días han pasado desde que este blog fue creado y todavía nada ha sido escrito, pronunciado, susurrado, ni tan siquiera pensado en voz alta que es en realidad para lo que este espacio fue concebido. Demasiados quehaceres, demasiadas ideas, demasiados proyectos barajándose en esta mente limitada que es la mía. Espero poder hacer alguna que otra parada en este frenético descubrimiento de las múltiples posibilidades y usos de un medio tan versátil como este y dejar esos pensamientos que tan rimbombantemente anuncia el título y que algún ciebernauta despistado pueda sentir curiosidad de leer.
Hace tan sólo un mes, puse en marcha mi primer blog. Digo mi primer blog, no porque sea “mi” blog sino porque lo creé yo para uso y disfrute de los compañeros que formamos peña “Capalls”. Cuando fue “presentado en sociedad” y dado a conocer a todos los componentes de la peña, fue considerado como una idea genial y me alegra ver que al menos unos cuantos de ellos participan activamente en él. Desde el día en que fue dado de alta ese blog, no he parado de indagar en este mundillo y ha sido como un cursillo intensivo.
Descubrir que millones de personas utilizan este medio para distintas finalidades es abrumador. Me gustó la idea de utilizar el blog a modo de diario personal (aunque eso de personal sólo sea un decir). Para aquel que le guste escribir y desee ser leído amparándose en el anonimato, prescindiendo del pudor que muchas veces provoca el saberse leído con autoría, el blog es un medio ideal. Como profesora, espero tomar buena nota de los diferentes usos que muchos profesionales están haciendo del blog y poder encontrar el mío propio.