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lunes, 30 de abril de 2007

A mal tiempo, buena cara

Lo que podría haber sido un interesante puente para realizar cualquier actividad fuera de la rutina habitual ha resultado ser al final un/a biiiiip (sustitúyase el sonido por la palabra más malsonante que sea capaz de imaginar). Era aparentemente un largo fin de semana para pasar en Cambris pero, después de ver la predicción del tiempo para todo el puente, y teniendo en cuenta que Anabel y Elena no tenían puente en el colegio, obviamente desistimos. Ya tuvimos suficientes días lluviosos durante Semana Santa como para volver a pasar por esas tardes tediosas sin nada más que hacer que ojear por la ventana para ver si la lluvia ha cesado y poder salir ni que sólo sea a pasear. Pero ahí no acaba nuestra retahíla de desgracias.
Para más colmo, va y se ponen las niñas malas a dúo, como si se tratara de una venganza pactada por no haberlas llevado a la playa (y es que ellas no entienden que no se puede ir a Cambrils porque haya previsión de mal tiempo aunque una vez allí, si llueve y no se puede salir, se ponen de un insoportable que no veas; como el tiempo, vaya). Anabel empezó estando muy cansada, y finalmente le fueron saliendo unas pequeños granos, que comparándolos con los que hace casi un año le salieron a Elena, yo diagnostiqué como varicela. Si lo ha sido o no nunca lo sabremos ya que la cosa no fue a más y hoy lunes por la tarde, a estas horas ya está en la escuela. Elena, por su parte, empezó con una inusual desgana que terminó en vómitos y descomposición. También a estas horas está en clase tras superar los molestos efectos de lo que seguramente es un virus gastrointestinal.

No penséis, ni mucho menos que yo soy médico o pediatra pero es que después de tantos años yendo a este último, uno observa e irremediablemente aprende: tratándose de virus, no hay nada más que hacer que esperar que haga su curso. Y, la verdad, en eso estamos, capeando el temporal como podemos y esperando que vengan mejores tiempos para disfrutar de nuestro tiempo libre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, otra vez de acuerdo: también a nosotros nos visitó un virus este puente. Ainhoa tuvo unas décimas de fiebre y estuve esperando el sarpullido de la varicela...pero nada. Falsa alarma. Otro virus tontorrón de esos que abundan.
Aguafiestas!!