Visitas esporádicas

Ya disculparéis la tardanza pero es que, como era de ver, ando liadísima con todo. La ilusión y el entusiasmo con el que he emprendido mis dos (de momento- igual dentro de poco hay sorpresas y debo añadir una más ) nuevas empresas este año ( el blog en inglés y el curso de gestión del transporte) hace que tenga un poco descuidado es que hasta ahora ha sido mi único medio de expresión durante estos últimos seis meses. Si no lo hago tan asiduamente no es porque haya desviado mi atención hacia otros temas, sino porque realmente ando escasa de tiempo para llevarlo todo al día. Aún así estoy contenta con la gestión que hago de mi tiempo y me quedo alucinada de lo que puede dar de sí el día si te organizas bien y trabajas duro. En comparación con el año pasado…, un montón de horas allí en el instituto, sin hacer nada de provecho que no fuera aprender a manejarme en esto de los blogs y encontrar ideas que algún día pudiera aplicar con fines didácticos (es cierto eso de que si tienes ganas de trabajar nunca hay tiempo desaprovechado). Bien, pues todo eso ha llegado y estoy contenta a pesar de lo agotada que a veces pueda sentirme. Sin duda, no hay nada mejor que este ritmo trepidante para sentirte viva, llena de energía. Espero que el ritmo sea sólo el suficiente como para que el cuerpo aguante y no caer en el stress.

Por lo demás, los primeros resultados de los controles de las diferentes asignaturas son más que satisfactorios y ya estoy pensando en poner en marcha otro blog en el que todos los alumnos del curso podamos compartir recursos y sea, en cierto modo, un punto de encuentro académico. Como veis, todavía me queda energía para proyectos nuevos. Con el tiempo y una caña…
Mis alumnos en el instituto ya parecen controlar eso de ir dejando mensajes en el blog y los temas propuestos parecen interesarles. Poco a poco todo va cogiendo forma.

Seguiremos informando…

¿Síndrome post- fiestas o sólo coincidencia?

Que las fiestas empiecen y acaben con fuegos artificiales, además de ser un espectáculo maravilloso es como si cerráramos un ciclo, una pequeña burbuja que nos ha tenido a todos encerrados y protegidos de la rutina y del mundo exterior y que estalla con la última traca, devolviéndonos a la vida real, al tener que madrugar al día siguiente con el cuerpo maltrecho, agotado y falto de sueño.

De esto ya casi hace una semana. Es obvio que estos efectos ya han sido superados. Sin embargo, hay otros efectos que todavía estamos padeciendo y es que Anabel se hizo daño al caer de mala postura en una atracción de feria. Al día siguiente de acabar las fiestas tuvimos que ir al médico de cabecera (el domingo por la tarde no nos hicieron caso en el servicio de urgencias) y de allí al hospital de Lérida para que le hicieran una radiografía de las cervicales. Afortunadamente el daño no afectaba a ningún hueso, aunque la torcedura debió ser de categoría por la contractura muscular que lleva en el cuello. Una simple “bufanda” de espuma puesta a modo de collarín le ha aliviado los dolores, además de unos días de reposo y analgésicos.

Por lo demás decir que esta semana ha resultado especialmente ajetreada. Y es que al hecho de andar de médicos se ha unido el tener que preparar exámenes para mis alumnos y asistir a más clases del ciclo formativo puesto que ya ha llegado la profesora que faltaba. Total que voy toda la semana arriba y abajo con el coche, comiendo a deshora y rápidamente, haciendo los deberes que nos mandan en el ciclo y corrigiendo y preparando clases para los chicos. ¡Uf!, de seguir así igual me empieza a sobrevenir el stress. Mis compañeros de ciclo se quedan alucinados de todo lo que hago (encima soy de las pocas que hago los deberes puntualmente).Espero que haya semanas más tranquilas porque este ritmo no se puede aguantar durante mucho tiempo.

Veremos el que queda para llevar los blogs.

Calentando motores

Mañana por la tarde-noche empiezan las fiestas del Pilar en Fraga. Cuando lo habitual es que todas las ciudades o pueblos tengan dos fiestas patronales o mayores, Fraga debe conformarse con esta única fiesta. Es comprensible, por tanto, que los fragatinos estemos esperando el momento con locura y fervor, ese que todos los años estalla en la plaza del ayuntamiento con el “cohetasso” o “chupinasso”. Una marea blanca, sólo salpicada por el naranja de nuestra “panyoleta”, lo invade todo y el canturreo al unísono de la ya celebre frase “oh le le,oh la la, se peinero e, lo milló que nya” te recuerda que Peña Fragatina somos todos y que juntos vamos a disfrutar de las fiestas.

Mucho han cambiado las fiestas en estos últimos años. De reunirnos en casas viejas y semi-derruidas repartidas por todo el casco histórico de Fraga, a las modernas casetas de chapa concentradas en un mismo sitio y en las que todos los peñeros de una misma peña nos reunimos cada noche para cenar y divertirnos, han pasado ya algunos años. El nuevo concepto de peña ha rescatado a mucha gente mayor que sin haber perdido el espíritu peñero, se veían obligados a quedarse en casa por no poder sacar a los niños con ellos o no tener nadie con quien dejarlos. El poblado en que se ha convertido el recinto de peñas es un lugar ideal para llevar allí a tus hijos: un lugar vallado en el que ningún vehículo puede acceder, totalmente peatonal y compartido por todos para disfrute de todos.

Cap d´alls dejó de reunirse durante dos años después de un periodo de lenta agonía en la que se sumió después de que muchos de los que la formamos tuviéramos hijos. Afortunadamente supimos reaccionar a tiempo y hoy disfrutamos de la fiesta incluso más porque lo hacemos con nuestros hijos, a quienes sin duda estamos inculcando ese espíritu peñero que todo fragatino lleva dentro.

Si queréis ver fotos del Pilar pasado pasaos por aquí. Diversión asegurada

PD: el miércoles viene a Fraga un equipo de España en Directo y el próximo jueves saldremos por la tele dando muestra a todos los españoles de la gran fiesta que estamos viviendo en Fraga. No os lo perdáis.

¡Qué vida más achuchada!

Por lo que veo estamos todos los bloggers muy atareados con nuestros respectivos trabajos ya que la frecuencia con la que posteamos a caído en picado, incluida la mía. Pero es que ir de bólido con el trabajo y encima compaginarlo con estudiar es lo que tiene, que te quita mucho tiempo de ocio. Para colmo si te propones llevar un nuevo blog (Feeling right) dirigido a tus alumnos y quieres que éste funcione y resulte de verdad una herramienta útil para ellos, eso lleva indudablemente mucho tiempo.

Feeling right nació paralelamente a Pensamientos Diluidos ya que vi muchas y atractivas posibilidades en este nuevo medio. Sin embargo, no ha podido ser hasta este año (el año pasado era impensable con los grupos que tenía y la situación de desarraigo total que yo sentía) que yo he materializado este proyecto para unos alumnos que quizás no tengan un nivel muy alto de inglés (son alumnos de 1º de E.S.O.) pero que han aceptado la iniciativa con mucho entusiasmo. Aunque todavía andan un poco despistados en cuanto a colgar comentarios e identificarse (cosa que yo explico una y otra vez y siempre parece haber dudas al respecto), estoy segura que pronto aprenderán y que el beneficio que puedan obtener será mucho.

Así de liada me encuentro entre todas estas nuevas faenas que me he auto-impuesto pero que hago con mucha ilusión ya que al hacerlas aprendo casi tanto o más que mis alumnos.

Por cierto esto de volver a ser estudiante es fascinante (¡anda un ripio!): sentarse en clase y escuchar (pero si es facilísimo escuchar, no entiendo como les puede costar tanto a mis alumnos escucharme), tomar apuntes, comentar dudas, en definitiva aprender… ¡qué placer! Imagino que también debe serlo para los profesores ya que todos estamos por la faena. Estudiar de mayor tiene anécdotas divertidas como que tu tutor/a te dé las horas de tutoría para tus padres (no tuve más remedio que contestar que mis padres ya no estaban para estos trotes). Y otra cosa que me ha hecho mucha ilusión: volver a tener carné de estudiante. Por fin voy a optar a descuentos en entradas y demás servicios. Un chollo…vamos.