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jueves, 15 de mayo de 2008

Adeu, Emelia

Hace poco más de un año, desde este recién inaugurado blog, felicitaba a mi abuela Emelia por su 90 aniversario. Este año volvió a cumplir años. Cuatro días más tarde empezaría el que sin duda intuimos como el final de su vida. Estos últimos veinticuatro días de irremediable deterioro y lenta agonía han ido de la mano de nuestra creciente tristeza de ver consumirse a un ser querido. Las pocas palabras que pudo articular durante estos días han de permanecer indelebles en mi memoria: palabras de una cordura y sensatez inusuales para una mente que llevaba varios meses perturbada a causa de esa gran desconocida que los médicos han acordado en llamar “demencia senil”. Ya en los tres últimos días, creyéndola en un estado de coma por la falta de reacción a cualquier estímulo dio sus últimos gestos que prueban que dentro de un cuerpo inerte, agotado y débil habita “algo” que yo percibí como un total entendimiento del trance por el que su cuerpo estaba pasando ya que con ojos hundidos, acuosos y profundamente tristes parecía agradecer cualquier de nuestros esfuerzos por aliviar su cuerpo maltrecho.

Si algo he aprendido de esta dolorosa experiencia es que no hay mejor muestra de amor que cuidar a un familiar y acompañarlo en su lecho de muerte aunque eso suponga una inconmensurable tristeza. Me alegra pensar que estuvo en todo momento acompañada de sus seres queridos y que ella estuvo consciente de ello hasta su última exhalación.

Ayer tarde Emelia volvió a su pueblo natal, Almatret, custodiada y acompañada por los mismos que habíamos rodeado su cama tan sólo un día antes. La tristeza de un día nublado acabó derramándose en forma de lluvia cual lágrimas contenidas durante toda la tarde. Una lluvia que sintonizaba con nuestro estado de ánimo.

Descanse en paz.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

descanse en paz.

siento tu pérdida....

un fuerte abrazo :)

Anónimo dijo...

Lo siento mucho, Merba.

Un beso muy fuerte.

Satrústegui dijo...

En estos casos soy muy de pensar en que los seres queridos se han transformado en algo intangible que siempre que queramos tendremos alrededor.

Descanse en paz, que te acompañe por siempre.

Unknown dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Sé que siempre me acompañará pues también pienso que con la muerte, nuestra esencia de lo que fuimos en vida permanece aunque sólo sea en nuestra memoria.